Pamela Heimpel
Creció con acceso a los caballos desde muy chica. En 2010, su papá le regalo un caballo joven. Lo nombraron Mala Suerte pues por su naturaleza curiosa se metía constantemente donde no debía y terminaba lastimado. Su relación con este caballo la llevó a buscar como poder compartir los beneficios que ella obtenía al estar en contacto con él
Fue entonces que, tras años de tomar psicoterapia, hacer y estudiar yoga, practicar la doma y monta consciente, estudiar la etología del caballo, una maestría en Psicoterapia Humanista y certificarse por EAGALA, Horse Powered Reading y Horses for the Corporate World logró integrar su pasión por los caballos y sus ganas de servir a su comunidad